Después de parlotear un rato con Xu Li sobre los posibles tesoros dentro de los cofres, Lein salió de la cueva y, con un fuerte golpe, la selló. De esta forma podría destruir cualquier rastro de su presencia. Aunque no creía que esa cueva le pudiera causar problemas a futuro, pensó que era mejor prevenir que lamentar.
“¿A dónde vamos ahora, maestro?”, preguntó la pequeña mientras se sujetaba de su cabeza, mientras Lein corría a toda velocidad. Al parecer, la pequeña Xu Li podía cambiar de tamaño a voluntad, ya que era una criatura mágica.
“Bueno, en un principio vine a esta zona para cazar algunas bestias monstruo y así obtener sus núcleos de poder.”
“¿Piensas hacer algunas píldoras o pociones para tu cultivo, maestro?”, preguntó Xu Li con curiosidad, disfrutando de la brisa que golpeaba su pequeña y regordeta carita.
“La verdad, no me hacen falta esas cosas. Puedo absorber directamente su poder”, dijo Lein con orgullo, esbozando una sonrisa.
Xu Li lo miró pensativa, pero guardó silencio.
Poco tiempo después, Lein llegó a un pequeño valle rodeado de montañas. Este era uno de los lugares que su padre le había indicado. Según él, aquí se podían cazar algunas de las bestias monstruo de nivel más bajo. El problema surgiría si se adentraba mucho en las montañas, ya que allí vivían las bestias monstruo más poderosas.
Mientras Lein se acercaba a la zona de caza, comenzó a ver pequeños grupos de cazadores. Algunos regresaban felices con sus presas, mientras otros mostraban rostros de dolor y tristeza. En este negocio se podía ganar mucho dinero, pero el riesgo era alto, y muchos resultaban heridos o perdían la vida.
Para ese momento, la pequeña Xu Li se había transformado en una criatura muy parecida a un pequeño gato salvaje, con pelaje blanco y ojos azules, posada elegantemente sobre el hombro de Lein. Esto era una medida para no llamar la atención de los cazadores, ya que era común en este mundo que algunos cultivadores adiestraran bestias monstruo como mascotas. Estas tenían muchas habilidades que se podían usar tanto en combate como en labores de rastreo y detección.
Por supuesto, cualquiera que tuviera una de estas criaturas no sería una persona simple, ya que era sumamente difícil adiestrarlas. Se requería una gran riqueza y estatus. Primero, no todas las criaturas se podían domesticar, ya que debían tener un linaje especial. En segundo lugar, se debían conocer técnicas especiales o contratar a un domador de bestias profesional. Ninguno de los dos casos era sencillo, ya que estas técnicas eran guardadas por familias de alto estatus como tesoros familiares. Los domadores, por su parte, eran casi siempre cultivadores de niveles muy altos, que habían vivido cientos de años, y no estarían dispuestos a trabajar a menos que la recompensa valiera su tiempo.
A unos cincuenta metros de Lein, un par de hermosas cultivadoras estaban discutiendo con un grupo de cuatro hombres, también cultivadores. Las chicas, que parecían ser hermanas, empuñaban sus armas mientras protegían el cuerpo de una extraña bestia, parecida a un oso. Tenía el pelaje blanco con pequeñas líneas doradas y dos cuernos de un dorado oscuro.
"Niñas tontas, entreguen la presa si no quieren problemas", dijo un hombre grande, de casi dos metros de altura, que parecía ser el líder del grupo de los hombres.
“Sigue soñando. Esta presa la cazamos nosotras, ¿por qué deberíamos dártela?”, gritó una de las chicas, empuñando su lanza con fuerza.
“Mujer estúpida, nosotros llevábamos días siguiendo esa presa. Ustedes solo tuvieron suerte y cosecharon nuestro duro trabajo. Si no la entregan, les daremos una lección para que aprendan a respetar a sus superiores.”
Mucha gente se había detenido a mirar el espectáculo, con miradas atentas y curiosas. No todos los días se podía ver a tantos cultivadores de aura pelear por una presa. Entre ellos, se encontraban Lein y Xu Li.
“Maestro, ese es el cuerpo de un oso blanco de la ilusión. Es una presa muy rara. Sería increíble que pudiéramos apoderarnos de ella. Sus ojos son un tónico increíble que me ayudaría a recuperar algunos de mis poderes.”
Después de escuchar las palabras de Xu Li, los ojos de Lein se clavaron como dos lanzas en el cuerpo del oso que yacía en el suelo, detrás de las chicas.
En ese momento, su mayor prioridad era que Xu Li se recuperara y lo ayudara a abrir los cofres. Sin embargo, había demasiados cultivadores peleando por el oso. Aunque no parecían ser muy fuertes, Lein sabía que pelear y generar rencores no era algo bueno, mucho menos ante los ojos de tanta gente. Sería buscar la desgracia.
Mientras la discusión entre las dos partes crecía, Lein se acercó caminando tranquilamente hacia el grupo. En ese momento, todos los cultivadores dejaron de pelear y liberaron su sentido espiritual, escaneando a Lein. Casi de forma unánime, se sorprendieron al detectar que Lein era un cultivador de aura de nivel 2, además de que tenía una rara bestia en su hombro, lo que activó todas sus alarmas.
"Hola, compañeros. Veo que tienen una pequeña disputa por esta presa. Tal vez pueda ayudar."
"Compañero, no se preocupe, aquí no pasa nada importante. Es solo un pequeño malentendido."
En ese momento, Lein frunció el ceño y liberó su poderosa aura de fuego. Todos los cultivadores retrocedieron un par de pasos mientras fruncían el ceño.
Antes de intervenir, Xu Li le explicó rápidamente algunas cosas a Lein. En este mundo, el poder lo era todo. No importaba si eras más joven que los demás; mientras tu nivel de cultivo fuera mayor, debían hablarte con respeto y dirigirse a ti como a un superior. No hacerlo era una señal de desafío.
"Mayor", dijo una de las chicas mientras juntaba las manos y se inclinaba en señal de respeto. "Mi hermana y yo cazamos esta presa, pero estos hombres quieren arrebatárnosla."
"¡Mentirosa!" exclamó el jefe del grupo de hombres, señalándola con enojo.
Aunque Lein parecía muy joven, el hecho de que fuera un cultivador de nivel 2 hacía pensar a la gente que podría ser mucho mayor. En este mundo, la apariencia no siempre coincidía con la edad. Pasar de nivel uno de aura a nivel dos de aura podría llevar al menos diez años para los más talentosos y cincuenta años para los menos dotados. Además, cuanto mayor fuera el nivel de aura, más larga sería la vida, lo que permitía a los cultivadores conservar su juventud.
"Robar una presa de otro cazador me parece algo muy bajo", dijo Lein al corpulento hombre, frunciendo el ceño en señal de enojo.
"Estas mujeres mienten. Esa bestia nos pertenece. Solo cosecharon los frutos de nuestro arduo trabajo. Nosotros la habíamos estado siguiendo durante días", dijo el hombre con rabia en su voz.
"Según las leyes de caza, el que da el golpe fatal es el dueño de la presa. Claramente, la criatura murió por un golpe de lanza en el corazón, y por lo que puedo ver, estas chicas son las que empuñan lanzas", respondió Lein.
El hombre corpulento miró a Lein con ojos llenos de odio. Aunque Lein estaba en el nivel 2, era evidente que acababa de ascender, y el hombre corpulento estaba cerca de alcanzar ese mismo nivel. Además, tenía tres compañeros casi tan fuertes como él. Mientras que Lein solo parecía tener a su favor a las dos chicas, que eran cultivadoras de aura de nivel bajo, apenas más fuertes que los humanos normales.
Además, el hombre corpulento sentía una gran codicia por la bestia que Lein llevaba en el hombro. Sabía que, de venderla, podría obtener una fortuna. El único problema era si Lein pertenecía a una familia noble. No quería ofender a alguien con conexiones poderosas.
"¿Puedo preguntar a qué familia noble pertenece el joven héroe?" preguntó el hombre corpulento, esbozando una sonrisa falsa.
Aunque mentir podría haberle ayudado a salir del problema fácilmente, en este mundo era un tabú hacerse pasar por un miembro de una familia noble. Si alguien era descubierto, lo matarían sin dudarlo.
"No pertenezco a ninguna familia noble. Soy un cultivador solitario", respondió Lein. Este era el término utilizado para los cultivadores que no pertenecían a ningún clan o familia noble.
Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del hombre corpulento mientras desenfundaba una larga espada de un metro y medio de largo y treinta centímetros de ancho. Inmediatamente, todos sus compañeros sacaron sus armas y se colocaron en posición de combate.
"Bien, compañero cultivador. Aunque seas de nivel 2 de aura, estás prácticamente solo. Nosotros somos cuatro, y esas chicas débiles no te serán de ninguna ayuda. Serán las primeras en morir. Aún estás a tiempo de irte. Este problema no tiene nada que ver contigo. ¿Vas a arriesgar tu vida por un par de chicas que ni conoces?"
Aunque el hombre corpulento sentía que tenía la ventaja, intentó una última negociación con Lein. Después de todo, aunque parecía que Lein había ascendido recientemente, la diferencia de poder seguía ahí.
En ese momento, toda la gente que observaba desde lejos comenzó a alejarse, corriendo para evitar el inminente conflicto. Algunos eran cultivadores de aura, pero la gran mayoría eran cazadores humanos comunes.
Lein fingió sacar un par de espadas de su bolsa de almacenamiento. No quería revelar su habilidad de invocar armas directamente a sus manos por medio de su núcleo antes de que la pelea comenzara.
"Mayor, no tiene que hacerlo. Le agradecemos su bondad, pero renunciaremos a la presa", dijeron las chicas con tristeza, sintiéndose culpables por arrastrar a Lein a una pelea que no tenía nada que ver con él.
El hombre corpulento sonrió al ver que las chicas se echaban atrás, pero su alegría duró poco. En ese momento, una terrible aura de fuego se extendió alrededor de Lein, cubriendo todo su cuerpo. Sus espadas ardieron con un poderoso poder de fuego, tiñéndose de un rojo sangre que era difícil de mirar directamente.
Los tres hombres que estaban detrás del corpulento líder se miraron entre ellos, con dudas en sus ojos. El líder notó que Lein no era un cultivador normal y que posiblemente había subestimado su poder. Además, había una gran posibilidad de que sus compañeros lo abandonaran en cualquier momento. Sabía que ningún cultivador de nivel uno se enfrentaría a uno de nivel dos a menos que no tuviera otra opción.
"Escuchen, amigos. Si me apoyan hasta el final en esto, todo el botín será suyo, incluso pueden quedarse con esas dos mujeres para su diversión. Yo solo quiero la bestia mascota de este tipo. Además, recuerden que mi espada es un tesoro de nivel medio. Su fuego no será un problema", dijo el hombre corpulento, tratando de motivar a sus compañeros.
Al escuchar al líder, las dos chicas sujetaron sus lanzas con fuerza y rabia. La opción de rendirse ya no existía. Eran poderosas guerreras cazadoras, y preferirían morir antes que ser humilladas.
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