Lein no podía salir de su asombro mientras contemplaba a la pequeña niña rubia que lo saludaba con una gran sonrisa.
"¿Quién eres y cómo entraste en mi núcleo?" preguntó Lein enérgicamente a la niña.
"He he, no te asustes, maestro. Mi nombre es Xu Li. En realidad, tú fuiste quien me puso aquí, ¿o es que acaso no lo recuerdas?"
Justo en ese momento, el recuerdo del extraño huevo que lanzó en su espacio de almacenamiento vino a la mente de Lein.
"No me digas que saliste del huevo," exclamó Lein muy sorprendido.
"He he, exacto, maestro. Parece que eres muy perspicaz," dijo la niña alegremente mientras jugaba con su pequeña falda blanca.
"Maestro... ¿a qué te refieres?"
"Bueno, es un poco complicado de explicar, pero en resumen, soy un Wolky. Hace muchos miles de años, cuando la vida de mi maestro estaba a punto de terminar, me selló dentro de ese huevo."
El tiempo pasaba, mientras la mente de Lein no paraba de sorprenderse con la explicación de la pequeña niña.
En resumen, ella era una especie de criatura espiritual muy antigua conocida como wolkys. La pequeña explicó que cuando Lein arrojó el huevo dentro de su núcleo, el ritual para convertirse en su maestro se activó. Oh al venos esto era lo que ella pensaba.
"Aunque debo admitir, maestro, que eres muy extraño. Recuerdo que el ritual para que te reconozca como maestro es sumamente complicado y no creo que, con tu corta edad y bajo nivel de cultivo, seas capaz de realizarlo," dijo la niña mientras se frotaba el mentón pensativamente.
"¿Ritual? ¿Cuál ritual? ¿De qué hablas?" exclamó Lein mientras miraba a la chica que se encontraba de pie sobre una montaña de cristales de aura, totalmente apagados y sin una sola pizca de energía.
"¡MIS CRISTALES!" exclamó Lein al ver que toda la energía dentro de los cristales se había agotado.
"¿Qué hiciste? ¡Todos están arruinados!" Lein se sujetaba la cabeza con las dos manos mientras su sentido espiritual recorría todos los cristales de aura que había almacenado dentro de su núcleo.
"He he, lo siento, maestro. Recuerdo que el ritual consumía una gran cantidad de energía. Supongo que se utilizó toda la energía cercana al huevo."
A pesar de que Lein sentía un inmenso dolor en su pecho debido a la pérdida de una enorme cantidad de cristales de aura que recientemente adquirió, rápidamente serenó sus pensamientos y preguntó a la pequeña niña.
"¿No se supone que las criaturas vivas no pueden entrar en los núcleos de almacenamiento, ya que morirían?"
"Eso es cierto, maestro, pero solo en la mayoría de los casos. En el pasado conocí a muchos poderosos cultivadores que podían guardar animales y plantas espirituales dentro de sus núcleos. Pero debo admitir que todos ellos eran seres muy poderosos, que se habían cultivado por miles de años... Es muy raro que tú, con tu nivel tan bajo de cultivo, puedas hacerlo, maestro."
Mientras Lein procesaba toda la información que Xu Li le dio, una extraña luz centelleó justo frente a él y de ella apareció la pequeña niña que hace unos pocos minutos estaba dentro de su núcleo.
"¡OH! ¿Cómo hiciste eso? ¿Puedes salir sin que yo te lo permita?" dijo Lein mientras la miraba con asombro.
"Al parecer, de alguna forma, mi alma está conectada a tu núcleo y eso me permite entrar y salir a voluntad."
Lein entrecerró los ojos mostrándose alerta, pero rápidamente Xu Li adivinó sus pensamientos y dijo:
"No te preocupes, maestro, como tu espíritu mascota, es imposible para mí hacer cualquier cosa que esté en contra de tus órdenes, mucho menos dañarte. Si tú mueres, yo muero."
Después de decir esas palabras, Xu Li le explicó a Lein algunas otras cosas importantes sobre el contrato que los unía. También le explicó que su maestro anterior rompió su contrato y la puso a dormir en el huevo porque ya sabía que pronto moriría y no quería que ella tuviera el mismo destino.
"Ok, creo que por el momento he aclarado la mayoría de mis dudas." dijo Lein de forma tranquila mientras se agachaba y recogía las lanzas que las estatuas habían dejado en el suelo. "¿Dijiste que eran lanzas de aumento de poder?" preguntó Lein.
"Sí, maestro. Estas lanzas son muy poderosas y pueden aumentar tu ataque hasta de 2 a 10 veces su poder. Pero son artículos desechables; entre mayor sea el aumento que utilices, menos tiempo durarán."
La pequeña le explicó a Lein el funcionamiento de las lanzas de forma detallada. Explicó que las estatuas eran en realidad marionetas guerreras que su antiguo maestro había creado para proteger su tumba, pero que, como habían pasado miles de años, estas habían perdido casi todo su poder. Además, le dijo que por medio de un hechizo las lanzas podían multiplicar el poder de los ataques hasta por 10. Pero que las marionetas solo lo multiplicaban por 2 para que las lanzas duraran más tiempo antes de destruirse.
Lein guardó todas las lanzas y las marionetas sin vida dentro de su núcleo y se dirigió hacia los tres cofres que había visto cuando entró en la cueva.
"Espera, maestro, ¿no trates de abrir los cofres?"
"¿Por qué?" —preguntó Lein mientras contemplaba los hermosos cofres con una mirada de codicia.
"Bueno, mi antiguo maestro puso todo tipo de restricciones en ellos para que nadie pudiera abrirlos sin tener la llave. No solo sería virtualmente imposible, ¡además sería peligrosamente fatal!"
Lein miró de forma dubitativa los cofres mientras daba un par de pasos hacia atrás.
"¿Llave? ¿Cuál llave? ¿Sabes dónde está?"
"Claro, maestro, la tienes justo enfrente de ti" —dijo la niña en forma burlona, mientras señalaba su hermosa carita con su dedo índice.
"¡¿Tú eres la llave!?"
"Jaja, sí, maestro. Mi antiguo amo dispuso que solo yo podía abrir estos cofres, donde dejó todos los preciosos tesoros que acumuló a lo largo de su vida."
"Bueno, ¿qué esperas? Ábrelos, no me hagas esperar" —dijo Lein, un poco molesto por la falta de rapidez de la pequeña Xu Li.
"Creo que esta vez te decepcionaré, maestro. A pesar de que soy la llave, aún soy muy débil para poder abrirlos."
A continuación, la niña explicó que para poder abrir los cofres necesitaba aumentar su nivel de poder, y que, a pesar de no ser humana, debía entrenar y aumentar su nivel de igual forma que los cultivadores humanos. Como había estado sellada por mucho tiempo, había perdido casi todo su poder.
En estos momentos, lo único que podía hacer era desbloquear la primera capa de seguridad de los cofres para que Lein pudiera guardarlos en su núcleo y que más adelante, a medida que su cultivo avanzara, ella podría abrir los cofres.
Lein, resignado, no tuvo otra opción que guardar los cofres en su espacio interno de almacenamiento y esperar a que la niña aumentara sus poderes con el tiempo.
"Al menos, ¿podrías decirme qué hay en estos cofres?"
"Bueno, maestro, la verdad es que mi memoria también está muy dañada por los miles de años que pasé en hibernación. Al igual que mi poder, esto irá mejorando con el tiempo. Pero, por lo que puedo recordar, hay todo tipo de cosas: desde armas mágicas poderosas, pociones y píldoras de todo tipo, cristales de aura, piedras espirituales, herramientas mágicas, técnicas secretas de alto nivel, y todo tipo de tesoros. Pero no recuerdo nada muy específico. Además, cada cofre es un espacio de almacenamiento en sí mismo, algo así como tu núcleo; o sea que, por dentro, son 100 veces su tamaño."
Los ojos de Lein se abrieron de par en par, a punto de salirse de sus órbitas. Tragó saliva, mientras pensaba en que quería, con todo su corazón, que Xu Li se hiciera fuerte a toda costa, incluso por encima de su propio entrenamiento.
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